¿Eres de los que no puedes pasar sin tu café de la mañana? ¿Te gusta disfrutar de un buen café Il Cafinito después de comer? No te preocupes, no eres un adicto, sino que existe una posibilidad muy elevada que esa atracción esté vinculada a tu genética y a las influencias sociales y ambientales.
Según un estudio realizado en el Hospital de Brighman, existen seis genes que tienen relación con esa atracción por este líquido amargo y oscuro. Todos ellos estimulan a nuestro cerebro después de consumir una taza de café. Además, por separado esos seis genes actúan de manera diferente en nuestro organismo. Ya se sabía que hay dos genes están asociados con el metabolismo de la cafeína, pero la investigación descubrió otros dos que están relacionados con la forma en que esta se procesa y dos más afectan al metabolismo del azúcar y la grasa.
Los genes y el café
En ese estudio se concluye que las personas que genéticamente metabolizan la cafeína más rápidamente tienden a consumir más café de forma habitual, ya que su organismo lo procesa y elimina más rápidamente. Además las dos nuevas variantes genéticas identificadas influyen en la recompensa que la cafeína provoca en el cerebro.
Pero no solo la genética influye en que nos guste tanto el café. También hay razones sociales y ambientales. En todo el mundo el café une a las personas y favorece la socialización. Quedar a tomar un café es una costumbre muy arraigada en nuestra sociedad y es una invitación a tener una conversación cercana con alguien. Además, entrar en una cafetería y percibir su aroma ya hace que nos apetezca tomar una taza.
También asociamos el consumo de café a relajarnos, por eso nos gusta tanto. El momento de tomar una taza de café, mientras lees el periódico o dejas pasar el tiempo, es un momento para uno mismo, placentero, que nos gusta saborear en algún momento del día para romper con la tensión diaria.
¿Y qué decir de las conversaciones en torno a una máquina de vending de café en la empresa? Diversos estudios señalan que esa pausa para el café aumenta la productividad de los empleados y fomenta la creatividad, además de mejorar las relaciones y la satisfacción de los empleados.
Beneficios del café
A todo ello hay que sumarle los muchos beneficios que tiene el café sobre el organismo:
- Es antioxidante. El café contiene una elevada cantidad de compuestos polifenólicos, que son antioxidantes. Así aportamos a nuestro organismo recursos para prevenir cánceres, envejecimiento o proteger el sistema cardiovascular.
- Beber café reduce el riesgo de muerte por enfermedades del corazón.
- Se asocia con una menor incidencia de enfermedades como diabetes, enfermedad hepática y demencia.
- Ayuda a prevenir el Parkinson, depresión y el Alzheimer.
- Nos aporta energía, física y mental. Está demostrado que el café mejora el rendimiento físico y la agilidad mental.
- Es un analgésico natural para dolores leves.
- Tiene propiedades diuréticas. Alivia problemas de retención de líquidos y es un complemento perfecto para algunas dietas.
- Ayuda a hacer mejor la digestión y previene la acidez.
El café es un compañero inseparable para muchas personas. Después de tantos años siendo una bebida muy denostada ahora ha pasado a ser una cultura, con sus ritos, sus costumbres e historias muy interesantes. Una bebida que nos gusta y mucho.