Te encanta, lo sabemos. El gusto del café tiene algo que hace que sea delicioso e irresistible y su aroma te invade y hace que te sientas mejor. Por algo es la bebida más consumida del mundo después del agua. 

Puede ser que pienses que el café tiene un sabor único, pero todo lo contrario, el gusto del café depende de muchos factores: de su origen, del tostado y de la esencia del barista, entre otros. 

Además, cuando hablamos del sabor del café hay que saber diferenciar entre el aroma del café y el gusto del café, ya que son dos conceptos diferentes. Si quieres saber por qué y descubrir a qué sabe el café, sigue leyendo. 

El gusto del café

Normalmente tendemos a cometer el error de confundir el sabor o gusto de algo con el aroma. El gusto del café es aquello que percibimos con nuestras papilas gustativas a través de la lengua cuando lo bebemos. 

Los 4 gustos básicos son el dulce, el ácido, el salado y el amargo. Todos ellos están en el café en mayor o menor medida, destacando el ácido y sobre todo el amargo. 

Como sabes, el origen del café son unas bayas rojas provenientes del árbol del café o cafeto. Según la Organización Internacional del Café, existen plantaciones en más de 75 países de diferentes continentes. 

Esto es muy importante, porque dependiendo de la variedad de la planta, la altitud, las condiciones de la tierra y la manera en la que se procesan los granos, hará variar el gusto del café destacando un gusto básico u otro. 

El gusto del café también depende de las propiedades que predominen en él, como el grado de cafeína

Pero sobre todo, lo que determina el gusto del café que percibimos al beberlo es el tostado que se le aplica. Si el tostado es ligero, el café será más ácido, y conforme el tostado va aumentando, es cuando se potencia el sabor amargo del café tan característico. 

El aroma del café

Muchas veces confundimos el gusto del café con lo que es su aroma. Pero el aroma se percibe a través del olfato y no del sentido del gusto. 

Y con esto no nos referimos al olor del café cuando está en la taza, sino que el aroma del café lo sentimos también cuando lo bebemos y es lo que, junto al amargo y ácido del gusto del café, nos permite tener una percepción completa del sabor del café.

En el aroma del café, al que también llamamos a veces notas, también afectan las condiciones que hemos comentado antes, pero el aroma no está presente hasta que se tuestan los granos. 

El tueste del café y el molido hacen que la composición del café cambie y aflore su aroma, al liberar sus propiedades entre las que destacan el oxazol y la pirazina. 

El aroma del café se caracteriza por unas notas florales, frutales, cítricos, de frutos secos y también de cacao. Estas notas dependen del lugar donde se cultiva el café. 

La mano del barista

Aunque gran parte del aroma y gusto del café depende de las condiciones de donde se cultivan los granos, la mano de los baristas y productores de café es muy importante en su acabado final. 

Empezando por la selección de los granos de café y su grado de madurez y siguiendo con el proceso de tostado, el trabajo de estos especialistas hará que cada café tenga su sabor característico y único.  

Entre sus decisiones, deben controlar el tiempo y la temperatura del tueste y la técnica empleada para el tostado y el posterior molido de los granos de café

El cuerpo del café

Ya te habrás podido hacer una idea de cuáles son el aroma y el gusto del café, pero lo cierto es que existen más factores que completan su sabor. 

Lo que más percibimos es el cuerpo del café, que hace referencia a cómo notamos el café en nuestra boca, su textura y sensación en la boca. 

Esto depende de los aceites del café que se liberan al preparar el café en la cafetera. Dependiendo de su forma de extracción, tendremos un café más “pesado” o sedoso. 

Por último, hay que decir que el sabor del café no lo percibimos igual durante todo el tiempo en el que lo estamos bebiendo. 

Al principio es más intenso y notamos el gusto y los aromas más intensos, pero después se nos queda un regusto en el que podemos percibir otros matices. Esto se debe a los vapores y restos de las sustancias del café que quedan en nuestra boca durante un rato. 

Tras leer este artículo, seguro que puedes hacerte una idea más detalla de cuál es el gusto del café, pero sin duda lo que mejor funciona es probarlo. ¡Corre a prepararte una taza de café!

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