Muchas personas evitan que el café contenga cafeína, bien porque toman muchos cafés al día o porque sufren alguna dolencia.
No cabe duda de que una taza de buen café llama a la inspiración, proporciona placer e invita a uno a trabajar de una forma más animosa y fructífera. Sin embargo, hay personas que prefieren evitar la cafeína que contiene, bien porque toman un número elevado de tazas de café al día o bien porque sufren ansiedad, insomnio, hipertensión u otras dolencias.
Cómo se consigue un café descafeinado
Pero, ¿sabes cómo se quita la cafeína al café y se consigue un café descafeinado? ¡Hoy te lo vamos a contar!
Desde que hace más de un siglo, el alemán Ludwig Roselius inventase un método para retirar la cafeína, se han seguido investigando métodos para conseguir un café espresso con todo el sabor y la calidad, pero sin dicho componente.
En general, se eligen las variedades de café que en sí mismas contienen menos cafeína, que suelen ser las producidas en altura, en especial las plantas de café de la variedad Arábica. Actualmente, se está investigando en una cepa que apenas contiene cafeína tras haber sufrido una mutación genética de forma natural y que se descubrió en Etiopía.
Mientras continúan las investigaciones que buscan obtener genéticamente una planta que mantenga el resto de componentes que constituyen el aroma del café y contenga menos cafeína, se utilizan otros medios para eliminar la cafeína de los granos de café.
Métodos para eliminar la cafeína
Todos ellos son bastante eficaces y permiten quitar la mayoría de la cafeína sin afectar al resto de elementos que componen el sabor y aroma del café. Los tres métodos más utilizados son:
- – Eliminación con agua. Se humedecen los granos de café y se empapan en agua con extracto de café verde sin cafeína, produciéndose un proceso de ósmosis que atrae la cafeína de los granos a la disolución. Luego se secan los granos con aire caliente.
- – Extracción química. Los granos verdes del café se humedecen en agua y después se ponen en remojo en un disolvente químico a base de cloruro de metileno que disuelve la cafeína. Después se hace evaporar el cloruro y se lavan los granos, secándolos finalmente con aire caliente. Este es el método más habitual, ya que es el método más barato para la industria del café.
- – Extracción mediante dióxido de carbono. La cafeína se retira mediante un sistema que combina presión y la intervención de CO2. Para quitar la cafeína se meten los granos en tambores a 275 atmósferas de presión y se hace circular CO2 entre los granos, de modo que este gas a presión penetra en los granos y disuelve la cafeína. Posteriormente, los granos se lavan y secan también con aire caliente. Este método es el más caro y solamente se utiliza por la industria que produce los cafés de más calidad.
Todos los métodos parten de un sistema común que empieza por humedecer los granos para hacerlos más porosos, someterlos al descafeinado y tras él, proceder al secado del grano. Una vez el grano de café ha recuperado su aspecto normal, continúa con el resto de su camino hasta llegar a la taza.
La cafeína que se quita de los granos de café, una vez purificada, se destina a la industria farmacéutica y también a la industria alimentaria, con el fin de utilizarla como aditivo en refrescos, y otras bebidas energéticas.