La tarta de galletas y café es un clásico entre los postres caseros por su simplicidad, su sabor intenso y característico y, porqué no decirlo, por su bajo coste. Es sorprendente como algo tan sencillo y rápido puede convertirse en un postre delicioso, perfecto para una sobremesa entre amigos o para acompañar el té de media tarde.

Aunque no es el postre ideal para los más peques de la casa, siempre puedes optar por un café descafeinado y rebajar su intensidad añadiéndole un poco más de agua.

Pero su elaboración es tan fácil que seguro que puedes contar con su ayuda para prepararlo. O sustituir la crema de café, o moca, por chocolate, si quieres convertirlo en un postre apto para toda la familia.

Es la receta de galletas y café transmitida de generación en generación, que te devolverá a los sabores tradicionales y al ingenio y maestría de nuestras abuelas para hacer de cuatro ingredientes básicos una tarta de premio, sin ni siquiera encender el horno.

Estás a punto de empezar una tarta muy sencilla y rica que nunca deja de sorprender por el aroma y sabor característicos del café. Así que toma nota para tener a mano todo lo que necesitas y conseguir así un resultado sobresaliente y muy profesional.

Ingredientes para la tarta de galletas y café

Vamos a elaborar una crema de moca para el relleno de nuestra tarta de galletas con café, así que lo primero que tienes que hacer es preparar estos ingredientes:

Para la crema de moca:

  • 500 gr. de mantequilla.
  • 100 ml de café (2 tacitas).
  • 200 gr de azúcar blanco.
  • 2 huevos enteros y dos yemas más.

Para formar la tarta:

  • 2 paquetes de galletas tipo maría, preferiblemente cuadradas o rectangulares.
  • 1 taza grande de café.

Para la decoración: avellanas picadas, cacao en polvo, café glaseado…Depende de lo que tengas por casa o de la presentación que quieras conseguir. Pero esto lo vemos más adelante.

En primer lugar, para preparar la crema de moca batimos la mantequilla hasta que cambie de color y se vuelva algo más blanquecina y de textura cremosa, y la reservamos.

Ponemos al fuego el café con el azúcar y lo hervimos para que reduzca y se forme un almíbar ligero.

Al mismo tiempo, ponemos los huevos y las yemas en la batidora de varillas, y batimos a velocidad alta hasta que se blanquean y triplican su volumen, llegando a formar una pomada.

Cuando el almíbar de café ya está listo, dejamos que se temple sin llegar a enfriase del todo, y lo incorporamos poco a poco a los huevos batidos, con un chorro fino y sin dejar de batir.

Cuando esta mezcla este fría completamente, no antes porque se estropearía, vamos añadiendo la mantequilla poco a poco, sin parar de remover. Verás como se forma enseguida una crema suave y de textura delicada. Durante este proceso es posible que se te corte la crema. Si esto sucede, no te preocupes.

En la mayoría de las ocasiones el suceso no llega a desastre y se puede recuperar la consistencia si sigues batiendo sin parar a un ritmo constante.

Ahora elige la bandeja donde montaras tu tarta. Ya solo queda poner el café ya frío en un plato hondo e ir pasando las galletas una a una hasta montar la primera capa que luego cubrirás con el relleno de moca. Y así tantas capas como sean necesarias para alcanzar la altura que quieras para tu tarta de café, o hasta que termines el relleno de moca.

Recomendaciones finales de la tarta de café y galletas

Te recomendamos que no empapes demasiado las galletas en el café. Solo meterlas y sacarlas, porque si no corres el riesgo de que se deshagan. Es un error que cometemos con bastante frecuencia por temor a que la tarta se quede poco jugosa por la sequedad de las galletas.

Pero la textura y la consistencia perfecta de nuestra tarta de café y galletas se la dará las doce horas de reposo en la nevera que son realmente el principal secreto de este postre. Tenlo en cuenta, al día siguiente está mucho más rica.

Si quieres un acabado para ocasiones especiales puedes optar por un glaseado. Una manera perfecta y fácil de convertir un postre sencillo en un resultado impactante.

El procedimiento consiste en crear una base blanca, brillante y lisa con el azúcar glasé (o en polvo). También se puede agregar agua o clara de huevo y unas gotitas de limón, además de colorantes alimentarios, aunque en esta ocasión añadiremos una cucharada de café soluble.

Pero una fina capa de crema de moca espolvoreada con cacao en polvo pueden ahorrarte mucho trabajo y conseguir un acabado sencillo, rápido y muy resultón.

O con unas avellanas picadas y espolvoreadas por encima. Anímate a recuperar esa receta de la abuela para una perfecta tarde de galletas y café. Si sigues cuidadosamente los pasos estamos seguros de que conseguirás un excelente resultado a la primera.

Tiempo de Café

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