El café es una de las bebidas más antiguas que existen, además de ser una de las más consumidas. Su historia está rodeada de muchas verdades y mentiras y de muchas curiosidades. ¿Quieres conocer algunas?

Verdades y mentiras sobre el café

La planta del café se llama cafeto, tiene su origen en el sur de Asia y en África subtropical y existen más de 400 subtipos de esta planta.
Brasil es el primer productor, ya que de allí procede un tercio de la cantidad total de café que se produce en el mundo. ¿La razón? Para cultivar la planta del café se necesitan grandes extensiones de terreno y de agua.
El café mueve alrededor de 173.000 millones de dólares al año.
A principios del siglo XVII esta bebida llegó a Europa de la mano de mercadores venecianos.
La expansión de esta bebida por toda Europa fue muy rápida. En 1652 abrió la primera cafetería europea en Londres.
Y hablando de cafeterías, otro dato curioso: el edificio original de la Bolsa de Nueva York era una cafetería de Wall Street. En 1794 la Bolsa de Nueva York empezó a funcionar en la Tontine Coffe House y fue centro de operaciones hasta 1817, cuando se trasladaron a un edificio en el número 40 de Wall Street.
Al principio los europeos llamaban al café “vino árabe”. La palabra café proviene del árabe “qahhwat al-bun”, que se traduce como vino de grano. Se cambió a café debido a la importancia que tenía esta bebida en Turquía, donde se llamaba “kahveh”.
La importancia del café en Turquía es tal, que la palabra que se asigna al desayuno (kahvalti) se traduce literalmente como antes del café.

Existe una isla del Club de Café que además es la superficie más al norte de la Tierra, justo por encima de Groenlandia. Esta isla fue descubierta por el explorador Robert Peary en 1900, pero fue el explorador danés Lauge Koch quien le puso el nombre en 1921, en honor al club de café de geógrafos que se reunía habitualmente en la Universidad de Copenhague.
¿Sabes para que sirve el platito que acompaña la taza de café? No, no es para dejar el azúcar y la cucharilla. En realidad ese plato servía para enfriar el café. En los orígenes de esta bebida en Europa ese plato era bastante más hondo de lo que es en la actualidad. Se volcaba la taza de café en el plato y se bebía directamente desde allí.
En algunas culturas se mezclaba el café con henna y se utilizaba como tinte para el pelo.
Aunque asociamos el café a Italia, no son los italianos los que más consumen café. Ese título lo tienen los finlandeses, con un promedio de unos 12 kilos por habitante al año. Le siguen los noruegos, con casi 10 kilos, y los suecos, con 8,4 kilos por persona.
En un spa de Japón se puede nadar en café. Es el complejo de spa Yunessun en Hakone. Está especializado en baños en líquidos curiosos como sopa de fideos, sake, vino, chocolate, té verde y café.
Según un estudio de la Universidad de Harvard, el consumo de dos tazas de café protege contra posibles insuficiencias cardiacas. Ese estudio señalaba que quienes consumían esa cantidad tenían un 11% menos de riesgo que los que no lo hacían.
El café tiene unos 1.500 compuestos distintos. Y muchos de ellos tienen efectos beneficiosos para el organismo, por ejemplo como antioxidante, antiinflamatorio y como antitumoral.
El consumo de café se relaciona con una menor agresividad de los síntomas del Parkinson, según un estudio de la McGill University Health Centre de Estados Unidos.
Otro beneficio para la salud del café es que puede proteger el hígado frente al alcohol y también frente al cáncer.