¿Cómo hacer un latte delicioso? A través de este artículo aprenderás a hacer un latte delicioso para toda tu familia.

Llegas a una cafetería y pides un café con leche y a tu lado alguien pide un latte. Piensas, ¡qué tontería tenemos con los nombres, si es lo mismo! Pues no, estás equivocado. La preparación de un latte es diferente a la de un café con leche. Y eso influye en el sabor y en el resultado final.

¿Cómo hacer un latte delicioso para toda la familia?

La principal diferencia entre un latte y un café con leche es que en este último la cantidad de café y de leche suele ser más equitativa. Además no lleva espuma y la leche no es vaporizada. Entonces, ¿qué es un latte? Latte quiere decir leche en italiano. Un café latte se prepara con una base de café espreso, que debe ocupar un tercio de la taza, leche al vapor (dos tercios de la taza) y un tercio de espuma. ¿Eso no es un capuchino? No. Un capuchino tiene más espuma y se sirve en una taza más grande.

Cómo hacer un latte delicioso

El Latte es una bebida que lleva mucha técnica. ¿Quieres saber cómo hacer un latte delicioso? Solo tienes que seguir estos pasos para disfrutar y darle un toque único a tu bebida favorita.

  1. Muele el café. Lo mejor es tener café en grano y moler el café en el momento, para obtener un mejor aroma y sabor. Para cada dosis de espresso deberás utilizar entre 18 y 20 gramos de café molido. Recuerda que el latte lleva una dosis doble de espreso.
  2. Espuma la leche. Vierte la cantidad deseada (unos 170 gramos por taza) en una jarra metálica y sumerge el vaporizador en forma diagonal en la leche. Así se formará la espuma necesaria.
  3. Con la ayuda de un termómetro espuma la leche hasta que alcance una temperatura de 65 y 68 grados. Ten en cuenta que todo gira en torno a la espuma, que debe ser suave y sedosa. Es importante que no pases de los 75 grados ya que puede que la leche se queme. Procura espumar la leche hasta que se formen burbujas pequeñas en lugar de burbujas grandes. La espuma debe ser ligera sin llegar a restarle cuerpo a la leche.
  4. Mide la cantidad de café para la bebida. Por lo general el latte lleva doble dosis de espresso. Prensa el café, con la ayuda de una prensa para café. Es importante compactarlo uniformemente para que el espresso quede homogéneo.
  5. Vierte la leche espumada sobre el espresso. La espuma debe caer suavemente y mezclarse con la crema del espresso. El resultado debe ser una base cremosa de color marrón con una fina capa de espuma en la superficie. Y si te atreves, es el momento de hacer un decorado artístico. El arte latte son figuras creadas con la espuma (rosas, corazones u otras creaciones) para añadir un toque vistoso a tu café y ofrecer una nueva experiencia en la degustación.

La forma de preparación, la textura que da en el paladar y la técnica garantizan el sabor perfecto en la boca y hace que degustar un latte sea una experiencia a disfrutar tranquilamente, con buena compañía y buena conversación. ¿Te animas a hacerlo?

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