Quién inventó la cafetera

Automáticas, de filtro, italianas de cápsulas… las cafeteras son un utensilio imprescindible en nuestro día a día. Pero ¿a quién se le ocurrió la idea? ¿Quién inventó la cafetera?

Hay dos nombres que se disputan el honor de ser quién inventó la cafetera: el Conde de Rumford y François Antoine Descroisilles. El primero fue un conocido físico británico que inventó y mejoró hornos industriales, máquinas y utensilios de cocina entre ellos: la cafetera por goteo a finales del siglo XVIII.

Sin embargo, fue Descroisilles quien en 1802 diseñó una cafetera más perfeccionada: cafeolette. Esta fue la que se llevó todo el éxito y el reconocimiento, de ahí que sea considerado el verdadero padre de la cafetera.

¿Cómo era esa cafeolette? La cafeolette unía dos recipientes metálicos que se comunicaban con una chapa llena de agujeros, como un colador. Al ponerlo a hervir, el vapor subía hacia el depósito de arriba pasando por el filtro y a través del café molido, extrayendo su esencia, color y sabor.

Con ella se conseguía un café más puro, libre de posos y solajes.

Diseños mejorados de quién inventó la cafetera

A raíz de este invento fueron apareciendo diseños mejorados. Así por ejemplo, el agrónomo y químico francés, Antoine Cadet de Vaux empezó a comercializar en 1806 la cafetera de porcelana y en 1873 aparece en Estados Unidos la primera patente de una cafetera de émbolo.

En 1895 surgen las primeras cafeteras italianas de presión por vapor y en 1908 se inventa la cafetera de filtro de papel, a partir de una idea del ama de casa alemana Melitta Benz, que dio nombre a este sistema.

La cafetera italiana llegó en los años 30. Alfonso Bialetti se inspiró para inventarla en otro dispositivo que se utilizaba en muchas casas italianas de la época para lavar la ropa.

Consistía en un cubo con una tapa de la cual salía un tubo vertical. El cubo se llenaba con agua jabonosa y se ponía sobre el fuego. Al hervir, el agua jabonosa vaporizada salía por el tubo y se depositaba sobre la ropa.

Bialetti pensó en un mecanismo parecido: una cámara inferior de la máquina cafetera con agua hirviendo que expulsara vapor que a su vez atravesaría los granos de café molido y se condensaría en una cámara superior. Y pidió la ayuda del inventor Luigi di Ponte para crear una máquina con esas características.

Aunque habría que esperar a 1946 para disfrutar de un café espresso. Y, cómo no, fueron unos italianos los que inventaron la cafetera: Renato Biachetti y Alonso Biachetti diseñaron la cafetera Moka Express en 1932 y su éxito fue lo que llevó, en 1946 a Achiles Gaga a perfeccionarla y a comercializarla a nivel internacional.

La cafetera, un invento que extendió el consumo de café

Todos ellos, y muchos otros, contribuyeron a que el consumo de café se extendiera a todos los rincones y entrara en las casas. No sabemos si quién inventó la cafetera era consciente de lo que estaba creando. Aunque es posible que algo imaginara, dado el éxito de las cafeterías hasta entonces.

Todo indica que la primera cafetería se abrió en Londres hacia 1650. Sin embargo sería en Francia donde el café empezaría a tener una gran acogida y a convertirse en la bebida del momento. En ello tuvieron mucho que ver dos dos hermanos armenios que tenían sus cafeterías en París.

Queriendo ampliar su clientela habitual contrataron a un grupo de vendedores ambulantes que llevaban el café por toda la ciudad al grito de «prueben la bebida del día». Y no solo era la bebida del día, era la bebida favorita de los parisinos: en 1963 ya había en París más de trescientas cafeterías.

Y como podemos comprobar hoy en día, el café sigue siendo la bebida favorita prácticamente en todo el mundo.