Un grupo de científicos de la Universidad de Lancaster en Reino Unido ha descubierto un nuevo sistema que facilita la tarea de transformar los residuos de café en combustible ecológico.
No es la primera vez que escuchamos que los posos del café se pueden aprovechar para producir biocombustible limpio. Se trata de una alternativa interesante a otras materias primas que se emplean para extraer el biodiésel, ya que se trata de un material abundante, se reciclan los residuos, se ahorran costes y no hace falta invertir recursos agrícolas adicionales. Además, los posos de café destacan por ofrecer un alto valor calorífico, una característica interesante para la fabricación de carburante.
En la actualidad hay algunas compañías dedicadas a producir combustible a partir de los residuos del café, pero el sistema que utilizan no es tan avanzado como el que acaba de diseñar el equipo de la Universidad de Lancaster. El nuevo proceso ha mejorado significativamente su eficiencia, lo que permite que los biocarburantes obtenidos a partir del café sean comercialmente mucho más competitivos.
Los investigadores han condensado las diferentes fases del procedimiento convencional en un único paso que combina la extracción de los aceites de los posos de café y su conversión en biodiésel. La técnica anterior consiste en mezclar los residuos sólidos de la bebida con hexano y calentar la mezcla a 60º C entre una y dos horas. El hexano se evapora y después se añaden metanol y un catalizador para producir biodiésel.
El equipo descubrió que es posible combinar los procesos utilizando solo metanol y un catalizador, saltándose el paso del hexano, lo que permite economizar en tiempo y dejar menos desechos químicos. La nueva técnica tiene el potencial de producir alrededor de 720.000 toneladas de biodiesel al año.
