Es de todos conocido que el café estimula al organismo y nos hace sentirnos despiertos, alerta, con más capacidad para concentrarnos y ayuda a contrarrestar la fatiga. Es una de los múltiples beneficios de tomar una taza de café, además de apreciar su sabor y su aroma.

Pero ahora un estudio de la Universidad de Ruhr en Alemania ha descubierto que el café no solo es positivo para el organismo, también lo es para la percepción de emociones. Según este estudio, el consumo de dos a tres tazas de café (o lo que es lo mismo, ingerir 200 miligramos de cafeína) aumenta en un plazo de media hora la receptividad ante las palabras con carga emocional positiva, como “héroe”, “feliz”, “fiesta” o “fin de semana”. Curiosamente ese consumo no tiene ningún efecto, ni produce ninguna reacción diferente cuando los términos son negativos o neutros.

¿Por qué se produce esto? Hay que tener en cuenta que nuestro cerebro esta mejor preparado para recopilar conceptos positivos que negativos, según se ha demostrado en otras investigaciones. Y algunas sustancias como la cafeína pueden ayudar en este trabajo. Pero los autores del estudio quisieron ir un poco más allá y ver si la cafeína podría actuar equilibrando nuestras percepciones positivas y negativas por igual.

Durante el estudio de la Universidad de Ruhr se comprobó que el reconocimiento de palabras positivas era un 7% mejor que en la detección de palabras negativas. Los autores consideran que la cafeína potencia la transmisión de los estímulos dopaminérgicos (la dopamina es un neurotransmisor cerebral que entre otras cosas se relaciona con las funciones motrices, emocionales y los sentimientos de placer) en las regiones del cerebro que se encargan de procesar el lenguaje, situadas en el hemisferio izquierdo.

Esta es la primera vez que se liga el consumo de cafeína con la percepción de emociones. Es un efecto positivo más que sumar a la larga lista de los beneficios de la cafeína (ya sea en el café, como en el té o en el chocolate, por ejemplo): mejora los resultados en tareas congnitivas simples, mejora ciertos aspectos de la función cerebral y disminuye la posibilidad de sufrir enfermedades neurodegenerativas, previene la aparición de la diabetes, ayuda a quemar grasas, mejora el rendimiento físico, contiene nutrientes esenciales… y así hasta un largo etcétera.

Por eso no es de extrañar que quedar a tomar un café tenga una connotación positiva. Invita a reunirse con amigos, a contar historias y a pasar un buen rato en un ambiente agradable y con una bebida que nos hace sentirnos mejor.