Diez baristas participaron en un curso impartido por el aula de Salzillo con diploma de una universidad de Murcia
Diez alumnos se examinaron del primer curso de barista especializado en café y té en la sede viguesa del tostadero murciano “Salcillo Tea&Coffee”, en la calle Elduayen. Solo Vigo, Mallorca y Murcia han comenzado con estos cursos, que darán un salto el próximo año con la creación del primer máster universitario sobre el mundo del café orientado a la figura del barista. Dentro de Europa solo en Italia existen unos estudios similares. La idea nació de la empresa Salzillo, que lleva 45 años en el mercado y cuenta con la escuela de formación “Barista Factory”. Para llevarla a cabo, buscaron la colaboración de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM)y crearon tres cursos distintos: el impartido en Vigo, de 12 horas denominado “Barista Factory 1 Estrella” con certificado de la mencionada universidad, otro curso de 30 horas y finalmente el máster, de seis o siete meses de duración.
Los alumnos diplomados en Vigo son: Miguel Eremos, Sara Pequeño, Rosanna Ojea, Carolina Salgueiro, Rubén Martín, Fermín Mouriño, Ramón Pérez, Gonzalo Coello, Jéssica Blanco y Ramón Rodríguez. La mayoría trabajan ya en el sector, aunque alguno está buscando trabajo y otro está empleado pero quiere pasarse al mundo de la hostelería y del café.
La empresa murciana cuenta desde hace 12 años con una tienda y un aula de formación en Vigo, desde donde suministran a toda Galicia. Ayer acogió el curso y recibió la visita del director de “Barista Factory”, José Ángel Gambín, quien explicó que existía una fuerte demanda de formación barista en el mundo del café y del té. Reconoce que España es un país muy cafetero, aunque en el norte de Europa consume el doble o el triple, y que el té se está poniendo de moda seguramente asociado a las tendencias de cuidar más la salud y hacer ejercicio. “Hay múltiples variedades de té y cada una tiene su temperatura, su forma de elaborarlo y de tomarlo. Es muy famosa la ceremonia del té matcha. Tanto el té como el café tienen una base cultural enorme y está evolucionando en los últimos años. Pasamos la ola de la cocina, el gin tonic y ahora está llegando el momento de dar al café la importancia que merece, porque es un producto muy noble que consumimos diariamente”. Gambín recordó que la cadena del café empieza por la plantación, la recolección, el transporte a Europa, el proceso de tueste, almacenaje y envasado. “Cuando llega al local pasa de grano a molido y de molido a bebida. El barista tiene un papel muy importante porque con su habilidad es capaz de potenciar todo lo que hemos hecho eso o puede matar la bebida”.
