¿Sabemos cómo se hace el café descafeinado? ¿La cafeína se quita en la fruta, en el grano o después? Analizamos los métodos más eficaces que permiten retirar la mayoría de la cafeína sin renunciar al sabor y aroma.

Saborear una taza de buen café no solo es un placer, es también un momento para la desconexión, para charlar con los amigos o para compartir impresiones con los compañeros de trabajo.

Es, en definitiva, un hábito social al que no todos están dispuestos a renunciar a pesar de que, como sabemos, existen restricciones médicas para los pacientes con determinadas patologías.

La cafeína es el activo más importante del café y el psicoactivo más consumido del mundo. Actúa de manera positiva en nuestro cerebro acelerando su actividad, gracias a sustancias como la dopamina o la norepinefrina.

Esto, por ejemplo, favorece la concentración, la memoria, el ánimo, los niveles de energía, los tiempos de reacción o la función cognitiva en general.

Además, una taza de café contiene nutrientes esenciales, vitaminas B2 y B5, magnesio, potasio y niacina. Y es la mayor fuente de antioxidantes, más incluso que la fruta o los vegetales.

La cafeína, el activo más importante del café

Sin embargo, su consumo no está recomendado en pacientes con problemas de insomnio, hipertensión o dolencias cardiacas.

Por este motivo, muchos consumidores de café han optado por tomarlo sin cafeína por prescripción médica, o bien por sustituir alguna de las tomas por un descafeinado para no caer en un consumo excesivo de cafeína. Entonces, ¿cómo se hace el café descafeinado que tomas?

Se sabe que las variedades de café producidas en altura suelen tener un contenido menor de cafeína que el resto. Es el caso de la variedad Arábica.

Por otra parte, se está investigando una cepa encontrada en Etiopía que apenas contiene esta sustancia gracias a una mutación genética natural.

Pero mientras los investigadores tratan de conseguir una variedad de café sin cafeína que mantenga sus propiedades y sus cualidades organolépticas, los productores siguen recurriendo a otros métodos como el inventado por Ludwig Roselius en el siglo pasado para eliminar esta sustancia de los granos de café.

Métodos parar retirar la cafeína en el café descafeinado

Para saber cómo se hace el café descafeinado hay que analizar los métodos más eficaces que permiten retirar la mayoría de la cafeína sin renunciar al sabor y aroma un buen expresso.

  • Método húmedo. Este método consiste en humedecer los granos de café que después se mezclan con agua y extracto de café sin cafeína, dejando que un proceso de ósmosis traspase la cafeína de los granos al líquido en que está disuelta. Después se secan los granos en una corriente de aire y quedan listo para su envasado o tostado.
  • Método químico. Los granos del café verde se humedecen y se ponen en remojo en una disolución química que tiene como principio activo el cloruro de metileno. De esta forma, se consigue eliminar la cafeína. Una vez disuelta, por medio del calor se hace evaporar el cloruro y se lavan los granos con agua para hacer desaparecer cualquier resto. El proceso finaliza con el secado del grano con aire caliente.Este es el método menos costoso económicamente y el más extendido dentro de la industria del café. Si bien, los consumidores más exigentes prefieren cafés descafeinados conseguidos a través de otros procedimientos menos agresivos.
  • Extracción mediante dióxido de carbono. La cafeína se retira mediante un sistema que combina la presión y la intervención del CO2. Para eliminar la cafeína se meten los granos en tambores a 275 atmósferas de presión y se hace circular CO2 entre los granos. De esta manera, el gas a presión penetra en los granos y disuelve la cafeína. Una vez terminada esta fase, los granos se lavan y secan con aire caliente. Es el método es el más costoso de todos los que se utilizan en la actualidad. Por este motivo suele reservarse para las variedades de café más apreciadas y exclusivas.

Sea cual sea el procedimiento utilizado, después del secado, el grano de café recupera su aspecto normal y está listo para ser tostado y molido.

Ahora bien, hay que decir que el café descafeinado es más liviano y menos denso y reacciona de manera diferente cuando se le somete al efecto del calor. Por este motivo se recomienda vigilar el tueste y evitar calentar los granos demasiado rápido.

Si el procedimiento está controlado y vigilado desde su inicio tendremos la suerte de poder disfrutar de un buen café expresso descafeinado, sin renunciar a su aroma y su sabor.

Ahora que ya sabemos cómo se hace el café descafeinado añadir un dato curioso. La cafeína que se extrae del café se destina a usos medicinales, farmacéuticos o bien se reutiliza en la industria alimentaria para la elaboración de refrescos y bebidas.

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