¿Eres de los que no pueden empezar el día sin un buen café? ¿Te gusta viajar y conocer nuevas culturas, pero temes enfrentarte al momento de pedir un café fuera de España? Tranquilo, no estás solo. Los amantes del café sabemos que, fuera de nuestras fronteras, pedir “un café con leche” no siempre es tan fácil como parece. Pero no te preocupes: en este post te contamos cómo pedir café como un auténtico local, en distintos rincones del mundo, sin dramas ni confusiones.
1. Antes de viajar: olvida la carta española
En España tenemos muy interiorizado pedir un “solo”, un “cortado”, un “con leche” o incluso un “manchado”. Pero en otros países estas categorías no existen, o tienen otro nombre. La clave es tener claro qué es lo que quieres: ¿café solo o con leche? ¿Mucho café o un toque? ¿Frío o caliente? Una vez lo sepas, podrás traducir tu pedido al idioma cafetero local y pedir café sin problemas.
2. Italia: espresso, ristretto y poco más
Italia es la cuna del espresso, pero ojo: si pides un «latte», te van a poner un vaso de leche. Así de simple. Para no meter la pata, aquí van los básicos:
- Espresso: el café por excelencia. Solo, corto y potente. Si no dices nada más, esto es lo que te sirven.
- Ristretto: aún más corto que el espresso. Un chute de cafeína para valientes.
- Macchiato: lo más parecido a nuestro cortado. Espresso con una nube de leche.
- Cappuccino: espresso con leche vaporizada y espuma. Solo se toma en el desayuno (pedirlo después de comer es pecado mortal).
- Caffè latte: similar al café con leche, pero más suave y servido en vaso.
Consejo: en Italia no se toma café para sentarse y charlar. Se toma rápido, de pie en la barra, y se sigue con el día.
3. Francia: café au lait, s’il vous plaît
En Francia, el café también es una institución, pero tiene sus particularidades:
- Café: lo más parecido al espresso.
- Café allongé: como un americano, más largo y menos intenso.
- Café crème: café con leche caliente y espuma, servido en taza grande. Ideal para los desayunos.
- Noisette: un espresso con un chorrito de leche, como nuestro cortado.
Consejo: si lo quieres para llevar, al pedir café di “à emporter”, pero no esperes que te lo sirvan en un vaso de cartón como en las pelis. No es tan habitual.
4. Estados Unidos: tamaño, leche y estilo
Aquí empieza el show. Si vas a una cafetería tipo Starbucks o similar, prepárate para un mar de opciones:
- Drip coffee: café filtrado, suave y muy típico. Se sirve en tazas XXL.
- Espresso: lo sirven si lo pides, pero no es lo más común.
- Latte: café con leche al estilo americano. Similar al café con leche, pero con más leche que café.
- Cappuccino: como el italiano, pero a veces con más espuma.
- Flat white: café con leche cremoso y menos espumoso que el latte. Muy de moda.
- Macchiato: cuidado, porque en EE. UU. puede llevar caramelo, nata o siropes si no especificas.
Consejo: Al pedir café, el tamaño small es lo mejor, si no quieres que te den medio litro de café. Y si eres intolerante, no te cortes: hay leche de almendra, avena, soja… solo hay que pedirla.
5. Reino Unido: té por fuera, café por dentro
Aunque el té sea el rey, el café ha ganado mucho terreno en Reino Unido. Sus cafés son similares a los americanos:
- Latte: café con leche espumosa, muy popular.
- Cappuccino: lo sirven espeso y con mucho cacao en polvo.
- Flat white: cada vez más común, sobre todo en cadenas australianas o neozelandesas.
- Americano: café largo, ideal para los que quieren algo más suave.
Consejo: si lo quieres “para llevar”, pide “to take away” o “takeaway coffee”. Y sí, te lo pueden poner con leche fría si no especificas.
6. Países del norte de Europa: minimalismo y buen café
En países como Suecia, Dinamarca o Finlandia, el café es una institución social. La cultura del fika (pausa para el café y el dulce) es sagrada.
- Kaffe: normalmente filtrado, suave pero abundante.
- Espresso / Latte / Cappuccino: se sirven en cafeterías más modernas.
- Bryggkaffe: café de filtro típico en Suecia.
Consejo: si buscas café con leche, pide “latte” pero asegúrate de que lo sirven con café, no solo leche. Y acompáñalo con un rollito de canela, por favor.
7. Latinoamérica: mil formas de disfrutarlo
En países como Colombia, México, Perú o Brasil, el café es parte de la vida diaria. Y se toma de formas muy distintas:
- Tinto (Colombia): café solo, suave, casi siempre servido en vaso pequeño.
- Café con leche: igual que en España, pero conviene especificar proporciones.
- Café pasado / filtrado: muy común en Perú o Brasil.
- Café de olla (México): con canela, piloncillo (panela) y sabor casero.
Consejo: aprovecha para pedir café de origen. Algunos de los mejores del mundo están aquí.
8. Asia: dulzura y contrastes
En Asia el café está en auge, pero cada país lo adapta a su manera:
- Vietnam: prueba el cà phê sữa đá (café con leche condensada y hielo). Dulce y potente.
- Japón: muy fan del café en lata (¡sí, en máquinas expendedoras!). Pero también hay cafeterías de especialidad de altísimo nivel.
- Corea del Sur: el café es parte de una cultura muy visual. Hay cafés temáticos, con estética muy cuidada y bebidas muy dulces.
Consejo: si no quieres café con azúcar, dilo claramente. En muchos países asiáticos es habitual que el café ya venga endulzado.
9. ¿Y si no sabes qué pedir? Mira, huele y pregunta
Una buena táctica universal es observar. Mira qué piden los locales. Escucha, pregunta al camarero o barista, o simplemente señala y sonríe. La mayoría de veces, estarán encantados de ayudarte.
Así que la próxima vez que viajes, no temas pedir café. Hazlo con curiosidad, con ganas de probar… y sin miedo a meter la pata. Porque incluso un error puede acabar en una anécdota deliciosa.