¿Sabías que la Unesco declaró el café turco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el año 2013? Si visitas Turquía, te van ofrecer un café turco muchas veces. Forma parte de su cultura, es signo de hospitalidad, educación e incluso refinamiento.
Aunque lo conocemos con el nombre de café turco, se prepara en realidad en todo Oriente Medio y en los países balcánicos. Existen variantes en países próximos, como Grecia o Eslovaquia, pero es en Turquía donde se mantienen los modos tradiciones de preparación de este café, cuya característica principal es que se sirve sin filtrar, de ahí la necesidad de molerlo tan fino.
¿Cómo se hace el café turco?
Pero, ¿qué es el café turco y cómo se prepara? Para hacer un buen café turco, o café a la turca, necesitas dos elementos fundamentales e imprescindibles: un café molido muy, muy fino y una cafetera turca o cezve ibrick.
Es muy importante que la molienda del café sea muy fina, más de la que se utiliza para elaborar un buen café expreso. De esta manera se consigue una textura similar a la del azúcar impalpable, también conocido como azúcar glasé. Los turcos han utilizado tradicionalmente para este menester un molinillo de latón.
Otro detalle a tener en cuenta, la calidad del agua es un elemento importante. Así que, si es posible utiliza un agua mineral que no tenga mucha dureza.
Ahora ya estamos listos para comenzar a preparar el mejor café turco.
Receta de café turco
- Vierte 3 o 4 tazas de agua fría en el cezve. Puedes usar una taza de expreso para medir. Si te gusta el café azucarado añade al agua una cucharada plana de azúcar por taza, pero no lo mezcles.
- Pon el cezve a calentar a fuego muy lento. Hay quienes lo hacen en la estufa, ya que tradicionalmente la cafetera se calentaba lentamente sobre la arena ardiente. En cualquier caso, has de comprobar que a medida que el agua se calienta, el azúcar comienza a caramelizarse. Esto hará que el café sea más dulce, más completo y menos amargo.
- También puedes prepararlo si azúcar, pero recuerda que luego no podrás añadirla. El café turco se sirve sin filtrar y necesita un tiempo de reposo para que el fino grano sedimente.
- Cuando hierva el agua, retíralo del fuego, agrega 3 o 4 cucharaditas llenas de café y mezcla muy bien.
- Ahora vuelve a poner el café sobre el fuego y permanece atento al proceso. Verás como la mezcla va a subir en cuanto hierva y alcance la parte superior del cezve. Ese es el momento para retírala rápidamente del fuego y déjala reposar unos segundos.
- Una vez retirada, aprovecha esta oportunidad para remover la superficie con una cuchara pequeña para deshacer las burbujas más grandes. Luego, de manera inmediata, ponla nuevamente al fuego. Tienes que repetir esta operación dos veces más. Es decir, que has de llevar el café a punto de ebullición hasta tres veces.
Cómo servir el café turco a la manera tradicional
Después de que hierva por tercera vez, retira el cezve del fuego y deja reposar la bebida durante 30 segundos. Hay quienes antes de servir el café, añaden una cucharada de agua fría para acelerar el depósito de polvo de café en el fondo y verterlo después en la taza sin filtrarlo.
Transcurrido el tiempo recomendado, tu café turco ya estará listo para servirlo. Te vamos a explicar cómo hacerlo a la manera tradicional.
Con una cucharita, retira un poco de espuma de la parte superior de la infusión y ponla en cada una de las tazas. Luego, vierte el café en cada taza hasta que esté a unos 5 mm de distancia de la parte superior. Deja que se asiente por un minuto.
Se bebe en tacitas pequeñas y bajas, una vez que el fino polvo del café se ha sedimentado completamente.
En muchos países el café a la turca se aromatiza con especias, como el cardamomo y la canela. Si te animas a probar con estos matices, solo tienes que añadir una pequeña cantidad al café antes de infusionarlo.
Tiempo de Café