¿Te has preguntado alguna vez cómo se hace un café capuchino auténtico? Tantos seguidores tiene el café capuccino que los baristas más creativos han impulsado el dulce encanto del latte art.
Una técnica decorativa para hacer aún más irresistible esta mimosa elaboración, en la que el café expresso y la leche fresca rivalizan en protagonismo.
Al clásico café con leche, rey durante décadas de las cafeterías en nuestro país, le ha saldo un firme competidor de diseño italiano y nombre de inspiración monacal que hace las delicias de los amantes del café con mucha crema y espuma de leche.
No se entienden su éxito sin la perfecta alianza entre el café expreso y las lancetas que permiten emulsionar la leche consiguiendo esa crema de leche tan característica de los mejores capuccinos.
Solo si dispones de estos dos elementos básico serás capaz de preparar un buen capuccino digno de mención. ¿Los tienes? Entonces sigue leyendo para saber cómo se hace un café capuccino de calidad.
Ten en cuenta que el café con leche tiene aproximadamente el 50% de café expreso y 50% de leche y una fina capa de leche emulsionada, aunque puede haber variaciones locales.
Mientras que el café capuccino, la suma de la leche y crema de leche emulsionada, suponen dos terceras partes del total, unos 120 ml, frente a 30 ml de café expreso.
Cómo hacer un café capuccino profesional
https://www.youtube.com/watch?v=H0tbZFx4hyo
Veamos cómo hacer un café cappuccino digno de un profesional
TODO LO NECESITAS:
1 café espresso (7-12gr de café recién molido).
120 ml de leche entera fresca y, muy importante, fría.
1 jarra de leche de 25cl para hacer la espuma.
1 taza para servir cappuccino de unos 175 ml.
1 cafetera espresso.
Preparación del café capuccino
- Preparar el espresso con un café recién molido de grano fino.
- Elaborar la crema de la leche emulsionada:
Vierte los 120 ml de leche entera fresca en una jarra de leche de metal, el nivel alcanza justo debajo de la boquilla.
Poner la boquilla de vapor dentro de la jarra de leche hasta que quede justo debajo de la superficie de la leche y luego suelta el vapor. Si la sumergimos demasiado solo conseguiremos calentar la leche, mientras que si la boquilla queda en la superficie, haremos burbujas demasiado grandes y perderemos el efecto espumoso que buscamos.
Apaga la boquilla de vapor cuando la crema alcanza la temperatura deseada, que será entre 55 y 65ºC. Nunca tiene que superar los 70 ºC.
Se recomienda colocar un termómetro de cocina dentro de la jarra de leche y finalizar el proceso de vaporización unos grado antes de la temperatura deseada, ya que seguirá subiendo durante unos segundos.
Es mejor utilizar leche y entera y fresca. La nata de la leche es necesaria para darle más cremosidad. Por otro lado, la leche fresca conserva mejor su cualidades organolépticas que la que ha estado sometida a procesos de uperización.
Un truco de esos que utilizan los baristas con mucho oficio en este cómo se hace un café capuchino: para compactar la espuma de la jarra hay que darle un golpe seco y suave a la base contra una superficie lisa.
Por último, vierte la leche directamente en la taza. Tienes que empezar por el centro y luego hacerla girar, muy ligeramente, alrededor de la jarra para distribuir la espuma correctamente.
Ya sabes cómo se hace un café capuchino. Algunos le dan su toque espolvoreando la superficie con un poco de canela o cacao en polvo, y otros incluso decoran la espuma con dibujos y formas muy sugerentes (latte art).
Pero lo realmente importante es que durante el proceso se mimen las materias primas y se cuiden los detalles técnicos para no perder textura ni presentación.
Tiempo de Café