El café es la segunda bebida más consumida después del agua pero muchas veces, por las prisas o por otros motivos, no le prestamos la atención que merece y no sabemos distinguir las diferencias entre las variedades de café, de sabores y aromas. Lo que sí percibimos rápidamente es si está bueno o no, aunque no sepamos porqué. Cómo saber si un café es bueno o malo antes de beberlo es importante para disfrutar del placer de tomar una taza de buen café.

Para ello hay que tener en cuenta varios aspectos:

  • Los utensilios. Por ejemplo, el molinillo no tiene que estar lleno, porque siempre sabe mejor un café recién molido. Además, la limpieza es fundamental, no solo del molinillo, también de la máquina, sobre todo la lanza de vapor para emulsionar la leche.
  • Qué no sea torrefacto. ¿Cómo saber si es café bueno o uno torrefacto? Una de las diferencias es que los granos del torrefacto son negros, mientras que el resto son marrones. Si en alguna etiqueta pone blend (mezcla) pregunta, porque una cosa es que sea una mezcla de orígenes y otra es que sea de tuestes (natural o torrefacto). Además, cuando está en taza, el natural y arábica tiene un color menos oscuro que el torrefacto y es líquido, no espeso.
  • La crema no desaparece. El café tiene una capa de crema color vainilla que sigue en la taza aunque remuevas el café o lo dejes reposar un rato.
  • El vaso es de porcelana. Otra de las diferencias es la manera de servirlo. Si te lo sirven en una taza de porcelana (que mantiene mejor el calor), que se ha calentado encima de la máquina de café y puestas boca arriba, es un síntoma de que va a ser bueno.
  • ¿Cómo saber si es bueno si lo mezclo con leche? Hay detalles que te pueden indicar la calidad del café. Por ejemplo, la manera de preparar la leche (emulsionada en el momento y no hervida), que la crema que se forma sea homogénea, el azúcar que necesita…

Estos factores ayudan a identificar las diferencias entre un buen o mal café solo con la vista. Pero para asegurarse hay que probarlo. Para ello hay que tener en cuenta el aroma, la acidez (cuanto más grado de acidez, más suave es), el cuerpo (la sensación de densidad que tienen algunos cafés) y la perdurabilidad (el sabor de un buen café se queda en la boca durante mucho tiempo).

Además, cuando vas a beberlo no tienes que endulzarlo mucho. El café de tueste natural no necesita casi edulcorante (a no ser que te guste muy dulce) pues mantiene su dulzor original. Si hay que echarle todo el paquete de azúcar es un indicador para saber si es un buen o mal café.

Al margen de todos estos aspectos, para responder a la pregunta “¿cómo saber si un café es bueno o malo?”, la respuesta es muy sencilla: cuando lo consumes hay algo que no te gusta. Las principales diferencias entre un café bueno y uno malo están en el gusto de cada persona y para gustos, colores.