Cuando tomamos un café generamos un residuo en el filtro de la cafetera. Esto es conocido como posos de café, y normalmente nos limitamos a desecharlos. Sin embargo, ¿sabías que estos posos tienen su utilidad? Si habitualmente tiras los restos que quedan en la cafetera o en la taza, en este artículo te ofrecemos algunas aplicaciones curiosas que probablemente no conocías.
1.Eliminar malos olores
Un truco casero muy popular para desodorizar el frigorífico es colocar los posos en un recipiente transpirable como una bolsa de nailon, una bolsa porosa o un bol pequeño. Conseguirás que tu nevera tenga un aroma fresco, ya que el café absorbe los olores de las comidas. Además, puedes utilizar el mismo remedio para eliminar olores en tu coche, en los armarios, o incluso en tus manos después de cocinar alimentos con olor fuerte.
2. Limpiar ollas y sartenes
Cuando los residuos son difíciles de eliminar, se puede añadir posos de café en la sartén y frotar con un estropajo. Los posos son de naturaleza abrasiva, lo que ayuda a eliminar la suciedad en los utensilios de cocina.
3. Abono de plantas
Los posos de café son un excelente fertilizante para plantas que prefieren un ambiente ácido como tomates, rosas, azaleas y arándanos, árboles de hoja perenne, camelias, aguacates, y algunos árboles frutales. Para hacer un fertilizante se mezclan 50 gramos de posos de café en 4 litros de agua, se deja reposar al aire libre y se usa como fertilizante líquido.
4. Tratamiento de muebles
Se pueden reparar arañazos o rayones en mesas o sillas de color oscuro utilizando los posos de café. Se recomienda echar café molido con un bastoncillo de los oídos. Después se deja actuar durante diez minutos y se pule la zona con un trapo. Además, sirve para repeler el polvo.
5. Reducir la celulitis
Combatir la celulitis requiere de varios procedimientos. Uno de ellos consiste en utilizar los posos de café para elaborar un exfoliante. Para ello se mezcla un cuarto de taza de posos de café con dos cucharadas de aceite de oliva y se le agrega una cucharada de azúcar. Se mezclan bien todos los ingredientes y se aplica en la ducha. Masajeamos la zona a tratar con movimientos circulares. Esta medida ayudará a disminuir esa apariencia de piel de naranja.
Antes de tirar los posos de café a la basura, se pueden buscar otros usos. Reciclar café es un pequeño gesto ecológico, y además, puede resultar una acción muy práctica. ¿Te animas?