No es ningún secreto que nos encanta el café. La segunda bebida más consumida del mundo, nos tiene enamorados por su aroma y su sabor. Pero, además, tiene importantes cualidades que hacen que sea bueno para nuestra salud. No solo a nivel interno, también físico. Hoy te contamos las propiedades del café para tu piel y belleza. 

Beneficios de las propiedades del café para tu piel

El café está compuesto de diferentes elementos que hacen que sea una bebida muy saludable. Por ejemplo, el café tiene beneficios para nuestra mente, es antioxidante, puede prevenir el Parkinson y el Alzheimer… 

Pero sus beneficios no se quedan únicamente en ese plano, sino que también hay numerosos beneficios de las propiedades del café para tu piel y belleza. 

Efecto antienvejecimiento

El café es una importante fuente de antioxidantes, que son compuestos que protegen la piel del daño causado por los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que pueden dañar las células de la piel y causar arrugas, manchas y otros signos de envejecimiento prematuro.

Así pues, una de las propiedades del café para tu piel es que previene la aparición de arrugas y ayuda a mantener los tejidos de la piel más jóvenes. 

Nos protege frente al Sol

Diversos estudios apuntan que las propiedades del café, como la cafeína, tienen un efecto que protege a las células cutáneas de la radiación del Sol y los rayos ultravioletas.

Por tanto, podemos decir también que una de las propiedades del café para tu piel es que nos protege frente al cáncer de piel, ya que contribuye a la protección de la piel frente al carcinoma basocelular. 

Hidrata la piel

Otra de las propiedades del café para tu piel es su posesión de polifenoles, que permiten reducir la sequedad de la piel y mantenerla hidratada. Es por ello, que el café puede encontrarse en numerosas cremas cosméticas. 

El café permite disminuir la aparición de descamaciones, enrojecimientos o irritaciones en la piel. 

Propiedades reafirmantes y antiinflamatorias

El café es fuente de antioxidantes y polifenoles, que ayudan a reducir el estrés oxidativo del organismo que provoca la inflamación. Es decir, nos ayuda a reducir la inflamación de las células de nuestro sistema inmunológico, preservando nuestra salud.

Pero no solo eso, estas propiedades del café para tu piel junto a la cafeína, permiten reactivar la circulación de la sangre y aumentar la quema de grasas en el cuerpo. Esto es beneficioso para prevenir y combatir la celulitis, las varices y la piel naranja. 

Este efecto también aplica en nuestras ojeras, ya que al activar la circulación, se disminuye la hinchazón y el efecto del cansancio en los ojos. 

Eliminar impurezas y células muertas

La última de las propiedades del café para tu piel que te traemos hoy no se consigue bebiéndolo, sino aplicándolo sobre nuestra piel. 

El café posee propiedades exfoliantes, emolientes e hidratantes, por lo que es beneficioso para eliminar impurezas, como puntos negros y células muertas, en nuestra piel y mantenerla más limpia y radiante. Pero también puede aplicarse sobre otras partes de nuestro cuerpo.

Aplicando un masaje con granos de café molido sobre nuestra piel podremos conseguir este efecto. Por ello, el café está presente en una variedad de tratamientos estéticos y cosméticos. 

Las aplicaciones del café en la belleza

Dada la eficiencia comprobada de las propiedades del café para tu piel, no es de extrañar que el café haya dejado de ser únicamente una bebida y pueda aplicarse en tratamientos de belleza y cuidado de la piel

Si te das una vuelta por la sección de cosmética de tu farmacia o supermercado, podrás encontrar cremas, mascarillas, exfoliantes, aceites corporales… y otros muchos tipos más de productos que utilizan el café para producir efectos beneficiosos en tu piel.

Incluye el café en tu día a día

Como ves, existen numerosas propiedades del café para tu piel y belleza y para cuidar de tu salud. Por ello, es recomendable que incorpores el beber café como un hábito saludable en tu vida. 

Eso sí, tómalo siempre con moderación, no más de 3-4 tazas de café al día y eligiendo las mejores horas para ello; y siempre y cuando, no esté contraindicado para ti.